En Brasil, el descuido masculino con su propia salud no es nada nuevo, por lo que varias investigaciones han indicado que los hombres tradicionalmente van al médico con menos frecuencia que las mujeres. Na Campaña Noviembre Azul 2021, el Side by Side Institute informó de una encuesta según la cual, de cada diez hombres, seis solo acuden al médico con síntomas insoportables. En lo que respecta a la salud sexual masculina, el panorama no cambia: según una encuesta realizada por Sociedad Brasileña de Urología En 2022, los adolescentes varones de entre 12 y 18 años acuden al urólogo 18 veces menos que las adolescentes acuden a un ginecólogo. Este comportamiento dificulta, por ejemplo, la identificación temprana del cáncer de próstata en las primeras etapas de la enfermedad. Vale la pena señalar que, según Estimación INCA 2023 (Incidencia del cáncer en Brasil), el cáncer de próstata es el cuarto más común en el mundo y el segundo más común en Brasil.
Además de estos casos más graves, la salud sexual masculina también abarca cuestiones como las disfunciones sexuales, que la población masculina considera embarazosas, lo que impide que los hombres busquen tratamientos. En parte debido a este comportamiento masculino en relación con su propia salud sexual, este mercado está muy inexplorado, a pesar de que existe una demanda muy importante.
Por lo tanto, buscando establecerse en este segmento de la salud sexual masculina y satisfacer estas necesidades, combinando salud, información, educación y discreción, Presagios Es la primera Tecnología de la salud de salud digital centrada en la salud y el bienestar de los hombres. La startup surgió como una plataforma que conecta a médicos y pacientes. En una entrevista exclusiva, Olivier Capoulade y Morgan Autret, fundadores de Omens, hablan sobre sus percepciones del mercado.
Cuando comenzaron a estudiar este mercado, Olivier informa que vieron varias soluciones centradas en la salud de los hombres a nivel internacional, pero que el tema todavía se consideraba un tabú en Brasil. Dice que realizaron un estudio junto con Datafolha y descubrieron que los problemas sexuales, como disfunción eréctil, como en otros mercados, son comunes en Brasil. «El 59% de los brasileños de entre 45 y 59 años respondieron que han tenido problemas de erección; y esto también existe en el público más joven», dice Olivier.
Otros factores relevantes considerados por los fundadores para la creación de Omens fueron la publicación de la teleconsulta, la dificultad del viaje de este paciente en Brasil y la cuestión del acceso. Olivier añade que «en general, los urólogos tienen poco acceso a los urólogos en Brasil; hay alrededor de 5 mil médicos especializados en urología, la mayor concentración de los cuales se encuentra en São Paulo».
El desafío de la condena y el estigma social
Entre los desafíos de este mercado de salud sexual masculina, Morgan cree que uno de los puntos centrales es la convicción de la población masculina que está acostumbrada a no recibir tratamiento y que ve la salud sexual con mucho estigma. «Con frecuencia, los médicos generalistas no están capacitados para responder eficazmente a las quejas relacionadas con problemas sexuales. Sin embargo, en las ciudades más pequeñas, este médico suele tratar a toda la familia, por lo que sienten cierta vergüenza en los hombres que no pueden ver la disfunción sexual de forma natural», añade.
Olivier señala que también existe la convicción de que muchos de estos problemas se pueden tratar rápidamente y de que la teleconsulta es eficiente: «necesitamos convencer a la gente de que mediante la teleconsulta podemos resolver más o menos el 90% de las patologías que tratamos, como los problemas de libido, la eyaculación precoz y la disfunción eréctil; tenemos soluciones eficientes y asequibles». Finalmente, además de la eficiencia, ambos destacan la importancia de la teleconsulta en la prestación del servicio en todo Brasil en lugares que carecen de médicos especialistas.
Los modelos internacionales y el camino hacia la salud integrada
Los fundadores explican que, en definitiva, hay dos modelos, uno más centrado en la clínica y otro en la farmacia. Omens propone unir estos modelos con una visión más integrada de la salud, de modo que todo el viaje tenga lugar en una única plataforma. Además, Morgan explica que para brindar salud, no siempre es necesario el uso de medicamentos, por lo que el médico puede recomendar otros tratamientos.
«Es posible que el paciente quiera comprar un medicamento manipulado en la plataforma Omens o en la farmacia, pero también hemos desarrollado, por ejemplo, un curso sobre cómo tratar la eyaculación precoz de forma natural», dice Morgan.
También destacan el acceso a los psicólogos en la plataforma como parte de este proceso asistencial. La prestación de este tipo de atención está relacionada con una investigación realizada por Omens que indicó la incidencia de problemas sexuales en las personas más jóvenes debido principalmente a la ansiedad, una afección cada vez mayor en el mundo. «En el 50% de los casos, el problema es mental y no físico», añade Olivier.
La comunicación y la educación como puntos centrales de la salud sexual
Ante un segmento rodeado de tabúes, Omens entiende que es necesario un compromiso con una comunicación eficiente y esclarecedora. Para ellos, antes de que las personas reciban tratamiento, necesitan saber cuáles son estos problemas y que son más comunes de lo que imaginan. «La comunicación es educación. Por este motivo, tenemos un blog con un movimiento de alrededor de un millón de usuarios al mes, y nuestra intención es convertirnos en un medio de comunicación sobre la salud masculina», destaca Olivier.
Los fundadores también plantean un punto interesante: el 40% de los accesos los realizan mujeres, que quieren estar informadas para tratar de ayudar a sus parejas. Entienden que este comportamiento está relacionado con la tendencia del hombre a no tratarse a sí mismo y a no hablar sobre este tipo de problemas. En este sentido, las mujeres también se convirtieron en una audiencia importante dentro de este diálogo.
«Por último, creo que es importante hacer hincapié en que, además de proporcionar información correcta y con base científica, también tratamos de adoptar un lenguaje más ligero, que no culpe al hombre. Entendemos que culpar a los hombres por su descuido con su salud y usar términos como «masculinidad tóxica» es algo que llega a un público más consciente, pero eso no tiene eco en Brasil. Llevar a cabo una campaña de culpabilidad y «darle una bofetada» puede llevar a la alienación y no necesariamente provocar un cambio de comportamiento, que es nuestro objetivo», concluye Morgan.