El sistema de salud de Colombia es un conjunto complejo de diferentes tipos de prestación de servicios. Se conoce como «sistema mixto», debido a que hay un sistema público y otro privado para poder atender a la población.
El sistema de salud pública en Colombia es administrado por el gobierno y se conoce como Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSS). Este sistema se financia mediante contribuciones obligatorias de los empleadores, los empleados y el gobierno. El SGSSS ofrece cobertura de salud universal para todos los ciudadanos colombianos y residentes legales, garantizando el acceso a los servicios básicos de salud.
El SGSSS integra diferentes entidades, entre las que se incluyen:
- Empresas de promoción de la salud (EPS): son responsables de organización y Financiamiento de servicios de salud. Las EPS pueden ser empresas públicas y privadas. Sin embargo, el financiamiento de las empresas públicas se destina al régimen subsidiado, mientras que las empresas privadas financian el plan contributivo (mediante el pago mensual que pagan los registrantes).
- Instituciones proveedoras de servicios de salud (IPS): son responsables de prestación directa de servicios de salud;
- Gestión profesional de riesgos (ARP), que se encarga de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Además del sistema público, Colombia también tiene un sistema de salud privado, que utilizan quienes pueden pagar servicios de salud adicionales u optar por una atención más exclusiva.
Origen del sistema de salud
La historia del sistema de salud en Colombia pasó por varias fases hasta que finalmente se logró este modelo. Vea qué etapas marcaron esta evolución:
Antes del siglo XX — Antes del siglo XX, la atención médica en Colombia era generalmente privada y dispersa. Esto se debía a que, en ese momento, había pocas instituciones dedicadas a la atención médica, además de que muchas estaban administradas por grupos religiosos o caritativos. En consecuencia, la mayoría de la población, y especialmente los residentes de las zonas rurales, tenían poco o ningún acceso a los servicios médicos modernos.
Principios del siglo XX — A principios del siglo XX, debido a la urbanización y al desarrollo económico, los hospitales y clínicas comenzaron a aparecer poco a poco. Además, el Estado se hizo más activo en materia de salud pública, al establecer la primera legislación para regular la práctica médica y otras profesiones relacionadas con la salud.
La década de 1940 — Y entonces, comienza un momento verdaderamente disruptivo: en 1946, se creó el Instituto de Seguridad Social (ISS).
El propósito de esta nueva entidad era intentar implementar un modelo de salud basado en el ejemplo europeo, específicamente el sistema Bismarciano de Alemania, lo que en la práctica significaba hacer obligatorio el seguro social, ofrecer una cobertura universal, tener una administración descentralizada y mantenerse a sí misma con la ayuda de la financiación público-privada.
Además, la ISS convirtió en una prioridad proporcionar seguro médico a los trabajadores formales. En otras palabras, a pesar de los avances significativos, este modelo sigue excluyendo a una gran parte de la población informal y rural.
Año 1993 — La verdadera transformación del sistema de salud colombiano tuvo lugar en 1993, cuando se aprobó la Ley 100 y culminó con la creación de Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSS).
El propósito de la nueva ley estaba finalmente dirigido a universalizar el acceso a la salud. Así, se estableció un sistema basado en dos regímenes: contributivo Y el subvencionados.
En la parte contributiva, los trabajadores deben pagar el seguro. Al mismo tiempo, en el sector subsidiado, el gobierno ofrece incentivos fiscales para financiar el acceso a la salud de las personas desempleadas y de bajos ingresos.
Cómo funciona
El sistema de salud de Colombia se clasifica como mixto y descentralizado, y se compone de dos regímenes:
- Régimen subsidiado (RS), responsable de atender a alrededor del 40% de la población, especialmente a quienes tienen bajos ingresos. Además, el gobierno utiliza recursos públicos para pagar al SGSSS, cumpliendo la función de quienes no pueden pagar.
En cuanto al servicio, en Rio Grande do Sul, se destacan los procedimientos más básicos, como la atención primaria, la atención de maternidad y otros.
Para acceder a las instituciones de este régimen, es necesario registrarse en una de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) subsidiadas.
Además, integrados en RS también están los Unidades de pago por límite (UPC), siendo los montos fijos asociados a cada ciudadano inscrito en el régimen subsidiado. Para llegar a un número específico, se tienen en cuenta factores como: el índice de inflación, la disponibilidad de recursos y cuáles son las principales necesidades de la población.
Tras determinar la cantidad, el Estado asigna la cantidad para financiar los servicios. El pago se destina a la EPS subsidiada y luego se transfiere a los proveedores de servicios. El dinero recaudado por las UPC proviene principalmente de la recaudación de impuestos y otras contribuciones realizadas por las entidades.
- Régimen de contribución (RC) — En este lado del régimen, las cosas funcionan de manera muy diferente.
Respaldada por las tarifas pagadas por los trabajadores y los empleadores, la oferta de servicios es más completa en comparación con Rio Grande do Sul. ¡No contributivo, los pacientes tienen fácil acceso a especialistas y procedimientos complejos. Pero antes de todo esto, cada ciudadano debe contribuir a la EPS y pagar una cuota mensual.
En cuanto al método de pago, las posibilidades varían según la situación del trabajador. Es posible pagar mediante un descuento en la nómina para los trabajadores formales; o pagar directamente a la EPS, cuando trabajan por cuenta propia; y también hay fondos del Estado para los beneficiarios indirectos, que son jubilados, jubilados y personas con discapacidades.
Discusión actual
Hasta la llegada de la pandemia de la COVID-19, RC y RS funcionaban razonablemente bien. Sin embargo, con la sobrecarga del sistema durante la crisis sanitaria, los problemas se agravaron. Así, todo llevó al país a llegar a la gran discusión de 2024: el sistema de salud colombiano debe someterse a una reforma.
Entre las principales demandas se encuentran las cuestiones relacionadas con la descentralización y la gobernanza; las finanzas sostenibles; la corrupción y la burocracia; la eficiencia; la ampliación de la cobertura y el acceso; y la innovación y la tecnología.
Con respecto a descentralización, algunos sostienen que la actual estructura fuertemente centralizada impide la eficiencia y la capacidad de respuesta local a las necesidades de salud. Proponen que las regiones y los municipios tengan más autonomía para implementar y administrar los servicios de salud.
Otra preocupación de los colombianos es con respecto a sostenibilidad financiera del sistema de salud. La financiación se considera actualmente insuficiente. Como solución, algunos creen que la solución sería llevar a cabo reformas fiscales, de modo que los productos perjudiciales para la salud se gravaran más que otros, como el alcohol y el tabaco. Además, la reevaluación de la estructura de asignación de recursos para las EPS también se considera una acción necesaria para lograr la sostenibilidad.
En cuanto a la cobertura de salud, algunos sostienen que la reforma debe buscar no solo mantener la universalidad, sino también mejorar calidad Y el equidad del acceso a los servicios de salud. De este modo, se garantiza que todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación o condición económica, reciban el mismo nivel de atención.
Junto con esto, muchos sostienen que el sistema colombiano tiene una mayor integración entre los diferentes niveles de atención (primaria, secundaria y terciaria) y los servicios sociales y de atención de la salud. Se cree que esto ofrecería una mejor coordinación entre los hospitales, las clínicas y otros servicios de salud. En consecuencia, los pacientes también serían atendidos de manera más eficiente.
¿Crees que se acabó? ¡Qué nada! Entre las demandas, también existe el consenso de que las políticas de transparencia y responsabilidad deben hacerse más estrictos, de manera que se intimide la corrupción. En este sentido, también ayudaría a simplificar los procesos administrativos, a reducir la burocracia.
Por último, pero no por ello menos importante, los colombianos están de acuerdo en que tecnología debería usarse más. Los ejemplos incluyen la telemedicina y el uso de sistemas de información más sólidos, así como un mayor incentivo para la innovación en su conjunto.
La discusión aún continúa, así que, ¿qué les sugeriría?